Muchos hombres y mujeres consideran que los zapatos son uno más de los muchos accesorios que llevan consigo. Pero al principio no siempre se dan cuenta de que un buen calzado es la base para andar y correr cómodamente. Según un estudio, las mujeres españolas poseen una media de 17 pares de zapatos, mientras que los hombres sólo usan unos 8 pares. Pero si se considera que el 80% de estos zapatos no se ajustan adecuadamente a quienes los usan, estas cifras parecen enormemente altas. ¿Por qué compras zapatillas, zapatos de tacón, botas, etc. que no te quedan bien y gastas mucho dinero en ellos? ¡Queremos evitar que esto te pase a ti también!
Aquí encontrarás algunos consejos y trucos importantes que te ayudarán a encontrar buenos zapatos para ti y tus seres queridos.
El principio y el fin de un buen calzado: el material
A la hora de comprar unos buenos zapatos lo primero a lo que hay que prestar atención es al aspecto, es decir, al material exterior. Es precisamente en este primer paso en la toma de decisión donde podrás comprobar si el zapato que has elegido es de calidad o no. De hecho, ya se huele la calidad. El buen material huele natural. Mantente alejado de los modelos malolientes, que suelen ser de calidad inferior. Aquí tenemos una descripción general de los materiales más importantes para ti.
Todo el mundo ama el cuero
En las tiendas especializadas normalmente te presentarán zapatos de cuero como el calzado más adecuado. Son duraderos y robustos, y se adaptan perfectamente a tu pie. Todo el mundo ama el cuero, se puede utilizar como parte superior, forro o suela. Sin embargo, este material debe procesarse correctamente, de lo contrario pueden surgir complicaciones desagradables. Probablemente estés pensando en el conocido símbolo del cuero. Sin embargo, se recomienda precaución: ¡este símbolo no dice nada sobre la producción del material ni sobre su origen! Aunque el material proviene de cerdos, ganado vacuno u otros animales de granja, no se sabe con certeza si fue procesado de forma natural.
El buen cuero se puede reconocer inmediatamente mediante la prueba de presión. Para ello, presiona firmemente ambos pulgares en el cuero. Si se forman arrugas, el material no es de muy buena calidad. Y es dudoso que se quiera hablar de buenos zapatos.
Cada cuero tiene propiedades diferentes
Como probablemente ya sabrás, existen diferentes tipos de cuero. Desafortunadamente, ¿no sabes de qué cuero está hecho tu querido zapato? Aquí hemos preparado una breve descripción de los tipos de cuero:
- Cuero liso: Este cuero puede tener diferentes texturas: liso, texturizado, encogido, granulado, brillante o mate.
- Piel Nubuck: Piel firme y ligeramente lijada de ternera o vaca con una superficie suave y aterciopelada. Este tipo de piel es similar al ante, pero más fina y recuerda a la piel de melocotón.
- Ante/cuero rugoso: El cuero es suave y flexible, pero puede provenir de casi cualquier especie animal. Además, las fibras individuales son claramente visibles, lo que hace que parezca algo más robusto.
- Charol: Los zapatos hechos de charol tienen un aspecto suave y brillante. Si el zapato está completamente cubierto con un acabado lacado, es resistente al agua.
Si aún no estás seguro de que tipo cuero es tu zapato, simplemente llévalo a una zapatería y pregunta al personal del lugar. También pueden darte recomendaciones sobre los productos de cuidado adecuados.
Variedad en el zapatero
Además del cuero de alta calidad, también existen muchas alternativas para conseguir más variedad en tu zapatero. Zapatos hechos de plástico sólido, como el caucho, tienen la finalidad de mantener el agua y otros líquidos alejados del pie. Sin embargo, puede ocurrir que el pie pueda respirar menos. Las botas de goma de calidad inferior también suelen contener plastificantes nocivos, por lo que se recomienda un producto de alta calidad. Por lo general, se reconocen por un forro hecho de tejidos absorbentes y que evacuan la humedad, que ofrecen a tu pie una mayor comodidad y optimizan el clima del pie.
Los zapatos fabricados con nailon, cuero sintético y polietileno también son buenas alternativas. Son muy resistentes a la suciedad y suelen ser también impermeables. Además, estos modelos se pueden colorear como se desees, lo que contrarresta el aspecto monótono del cuero. Pero además de las ventajas ópticas, también tienen algunas desventajas. Ofrecen al pie menos comodidad. También puede haber olor a sudor porque el pie no puede respirar correctamente por falta de circulación de aire.
Un buen calzado debe quedar bien desde el principio
Una vez que hayas elegido el material adecuado para tus buenos zapatos, también es importante que te queden perfectos. Tu pie debe proporcionar suficiente espacio hacia adelante. Esto significa que tu zapato debe ser un pulgar más largo que tu pie. No deberías sentirte restringido y deberías tener un buen agarre, ¡desde el principio!
Por tanto, trae el modelo elegido a la tienda. Es recomendable subir y bajar distancias cortas para acostumbrar el pie al zapato. Incluso después de la compra, al principio conviene recorrer distancias cortas. Los buenos zapatos también son adecuados para un uso prolongado. También es necesario probarlo si ya conoces tu talla. Además, puede haber variaciones de tamaño de un modelo de zapato a otro y de una marca a otra. ¡Tú puedes evitar estas decepciones!
Un pequeño consejo al final: como precaución, ten siempre preparada una tirita para ampollas al principio. ¡Por si acaso!
Basta con echar un vistazo al procesamiento
Los expertos en maquinaria profesional para la fabricación de calzado SogorbMac, advierten que un zapato de alta calidad también se puede reconocer por su acabado correcto. Si has visto buenos zapatos, primero revisa las costuras. Los hilos no deben sobresalir ni estar torcidos. Si este es el caso, no deberías comprar este zapato, de lo contrario definitivamente se desmoronará después de algunos usos.
También debes prestar atención a la suela. La goma no debe sobresalir. También puedes utilizar la uña para comprobar si los bordes de la suela se están despegando.
El tacón también juega un papel importante, especialmente en el caso de las mujeres. Para evitar accidentes desagradables, tira y empuja el talón mientras estás en la tienda: debe quedar bien ajustado. Y el material también debe ser lo más resistente posible. ¡Solo con un buen acabado podrás disfrutar de tus buenos zapatos durante mucho tiempo!
Algunos consejos más para unos buenos zapatos
Cuanto mejor sea la calidad de tus zapatos, más tiempo podrán usarse. Los buenos zapatos a veces parecen demasiado caros. Sin embargo, a la hora de comprar, ten siempre en cuenta que producir un par de zapatos requiere mucho tiempo. Y lo notarás rápidamente: la calidad tiene su precio, pero un buen calzado se puede usar hasta por 20 años. Y los cazadores de gangas tampoco tienen por qué conformarse con productos de calidad inferior.
Todo el mundo encontrará zapatos de alta calidad en las tiendas. Eso sí, ten en cuenta que cada pie es diferente y tu complemento perfecto no tiene por qué ser el mismo que el de tus amigas. Una nota final: el cuidado adecuado del calzado es también el principio y el fin de una alegría duradera. ¡Así nada se interpone en el camino de una compra perfecta de buenos zapatos!
