Lo hemos pasado realmente mal en la última década a causa de la crisis económica. Seguro que esta frase podría ser de cualquier emprendedor de cualquier ciudad de nuestro país. La verdad es que hemos tenido unos años muy difíciles en España, años en los que se ha destruido empleo y en los que la pérdida de empresas (sobre todo pequeñas) ha sido una constante. Se trata de un problema de graves consecuencias que todavía a día de hoy estamos soportando teniendo en cuenta que siguen siendo más de 3 millones de personas las que se encuentran en las colas del paro.
Por suerte, parece que poco a poco vamos recuperando una normalidad que nunca debió perderse. Empiezan a aparecer empresas y la competencia vuelve a ser una constante en todos los sectores, algo de lo que tenemos que congratularnos y que, en definitiva, es un síntoma del buen estado de la economía española en los momentos en los que nos encontramos. Eso da pie a una nueva necesidad para todas las empresas de los diferentes sectores de trabajo de nuestro país: la de encontrar la manera de competir contra más entidades.
Y una de las mejores formas de hacerlo es la de la reforma de nuestro local. Está comprobado por economistas de todo tipo que, cuando se le otorga una nueva imagen a un local comercial, éste experimenta un repunte de sus ventas. Más allá de que se tenga que realizar una reforma de manera prácticamente obligada, si se decide acometer una reforma para cambiar simplemente la estética del comercio estaremos dando pie a que las ventas y nuestro posicionamiento de marca sean bastante mejores. Y ese es el objetivo último que deben tener las empresas en todo momento.
Una de las mejores maneras que han encontrado los comercios para superar a la incipiente y dura competencia que tienen dentro de su sector es la de reformar sus instalaciones y darles un cambio de aire estético. Los profesionales de una entidad dedicada precisamente a este tipo de cuestiones, Prada Ingenieros, también especializados en lo que tiene que ver con la concesión de licencias, nos han comentado que en los últimos años se ha multiplicado el número de reformas en locales comerciales de España y que los propios dueños de esos negocios han manifestado, tiempo más tarde, la utilidad de estas reformas sobre los ingresos posteriores de su compañía.
¿Cómo son los comercios en nuestro país?
Es una pregunta que nos parece bastante interesante y que, en algún punto, siempre ha de aparecer para todas las personas que estén interesadas en un modo o en otro por la economía. Lo cierto es que una noticia publicada en la página web del diario El País daba la respuesta a la pregunta: las empresas de comercio españolas son muy pequeñas y muy locales. Y la verdad es que esto representa un problema para sus intereses, ya que tendrán beneficios inferiores y tendrán más dificultades para competir contra las grandes superficies.
Los centros comerciales, de los más afectados
La cantidad de pequeñas empresas que han cerrado durante la crisis ha hecho que superficies como lo son los centros comerciales, en los que se sitúan muchos pequeños negocios, se hayan vaciado de una manera bastante preocupante de un tiempo a esta parte. Eso es lo que apunta una noticia que fue publicada por El Economista y que asegura que el 20% de los locales de este tipo de superficies está cerrado, llegando a contabilizarse el 34% de locales vacíos por ejemplo en una zona como lo es Murcia.
Los comercios que permanecen lo han hecho teniendo una gran cantidad de dificultades, tal y como ya os hemos comentado. Y la verdad es que muchos han dado un paso hacia delante en lo que tiene que ver con la reforma de sus instalaciones para mejorar su volumen de ventas, algo que se ha producido y que está animando todavía a más y más comercios a seguir los pasos de todos aquellos que ya han completado un proyecto como del que venimos hablando a lo largo de estos párrafos.
El objetivo último de todo esto no ha de ser otro que el desarrollo de la economía española, una economía que ha estado maltrecha en los últimos años pero que viene creciendo poco a poco con el propósito de recuperar su esplendor. Que lo haga depende en buena medida de la salud de la que dispongan los pequeños comercios, que son los que más empleo generan, los que constituyen la mayoría del tejido empresarial español y los que, en definitiva, más aportación realizan para el desarrollo de nuestra sociedad. Y es que, sin ellos, sería imposible disfrutar de una vida y sociedad justas para todos nosotros y nosotras.