Ser profesor sigue siendo una profesión muy bien considerada en nuestro país y relativamente bien pagada, con el añadido de que ser profesor para la administración tiene las ventajas y la seguridad de ser funcionario. Llegar a ser profesor no es nada sencillo, puesto que lo primero hay que sacarse la carrera de Magisterio, una carrera de la que todos los años salen miles de alumnos al mercado laboral.
Una vez acaba la carrera, hay que superar un duro escollo como es el de aprobar una oposición bastante complicada. Realmente es más complejo aprobar la oposición que la carrera, pues el número de plazas suelen ser reducido y se piden unas notas de corte realmente elevadas a la hora de lograr la tan ansiada plaza.
Un buen preparador puede ser la mejor solución
Muchos de los alumnos que acaban de la carrera tienen lógicamente en mente la preparación de las oposiciones, pues es la principal salida para una carrera como la de magisterio. Para ello, lo mejor es enfrentarse a la oposición con la ayuda de un preparador. Desde Preparadoresvalladolid.es con una dilatada experiencia en llevar alumnos, una de las principales razones del fracaso para muchos opositores que desisten al primero o segundo año es la de enfrentarse a la oposición sin un guía con experiencia, un preparador.
Está claro que actualmente por la red y comprando online los temarios de las editoriales, todos podemos comprar o recopilar el temario de la oposición, otra cosa distinta es saber en qué debemos poner más énfasis o cómo se encara una rutina de estudio en una oposición, algo que es bastante diferente a estudiar para los exámenes en la carrera, donde muchas veces encerrándose en la biblioteca o en casa el mes antes se sacaban las asignaturas.
Los preparadores son los que mejor saben como hay que darle duro en la oposición y conocen todos los puntos débiles. Lo mejor es ponerse en contacto con un buen preparador al que puedas contar tu caso particular, que te transmita tranquilidad y donde se trabajen los aspectos necesarios para que al acabar el proceso sea posible la obtención de la plaza que te interese.
Las condiciones a nivel económico es algo que debes tratar con ellos, pues de todos es sabido que el que algo quiere algo le cuesta. Siempre es bueno leer las opiniones de otros opositores y ver también un poco cómo está el mercado. Está muy bien pagar por tener un buen preparador, pero tampoco se fundamentaría que cueste, por ejemplo, el triple que la media de tu ciudad ¿no?
Cimentando el éxito
Tanto las clases como los consejos de un buen preparador son la mejor forma en la que puedes tomar esa confianza que buscas e ir obteniendo la formación necesaria para enfrentar esa oposición con las debidas garantías de tener éxito.
Lo normal es que según acudas a las clases vayas viendo lo avances y las posibilidades a tu alcance para poder triunfar ante una de estas pruebas.
El objetivo que tiene el opositor a veces se puede ver como algo lejano, pues no en vano, se dice de las oposiciones que son una carrera de fondo, pero hay que intentar tener estabilidad y como haría un buen fondista, contar con un buen ritmo a lo largo de los meses o años que pueda durar la oposición.
Está claro que las oposiciones no son algo fácil, principalmente porque es una selección que se hace para que solo los mejores puedan optar a los puestos al haber pocas plazas. Aquí no se lucha por aprobar la asignatura, se tiene que estar entre los mejores y alzarse con el éxito de tu propia plaza no se regala.
El contar con la guía de un buen preparador puede convertirse para muchos en ese plus diferencial que permita sacar la oposición o ir al examen con garantías de luchar la plaza con los más preparados, el resto debes ponerlo tú, que al final eres el que tiene que echarle “x” horas y dedicarle tantas horas que restarás a la familia, pareja o amigos.
Nuestro sincero consejo es que busques un preparador del que tengas buenas referencias de personas cercanas o que en Internet tenga también buena fama. No es que te asegures el aprobado, pero si que es cierto que especialmente cuando se empieza una oposición, muchos errores los pagamos suspendiendo en la primera o primeras convocatorias.
Un buen preparador puede evitar que caigas en esos errores, lo que es una forma de que no pierdas horas de tu tiempo ni tu ilusión en sacar la ansiada plaza.