En el sector audiovisual se necesita una gran cantidad de personal para que lleve a cabo sus funciones de la mejor forma posible para que el producto final sea lo más elaborado y perfecto, y así poder elevar los estándares de calidad en cine y televisión. En este complejo proceso intervienen, además de los protagonistas que aparecen delante de las cámaras, un gran elenco de técnicos de sonido, producción, realizadores y, por supuesto, iluminadores, gremio en el que nos centraremos hoy, puesto que contar con los servicios de empresas como Ilucine puede hacer que los protagonistas resalten con una gran belleza por su iluminación ante las cámaras.
Contar con la iluminación correcta a la hora de crear un proyecto en cine y televisión es fundamental, y es que aspectos tan triviales como nuestras sombras pueden desvelar al espectador nuestro papel en la trama, si se trata de una película o nuestro rol en el caso de un formato televisivo, es por esto que si contamos con una empresa que nos pueda suministrar los materiales lumínicos necesarios y asesorarnos a la hora de situarlos, podremos llevar a cabo una gran creación. Este es el caso de Ilucine.
Cuando hablamos de iluminación se nos abre un gran campo en el que tenemos que tener en cuenta la calidad, la cantidad, el color y la dirección de la luz, además de, por supuesto, tener claro si vamos a iluminar un interior o un exterior.
Centrándonos en la iluminación en espacios cerrados, habitualmente usamos las lámparas halógenas de tungsteno, las cuales son, dicho de una forma básica, una lámpara incandescente convencional, aunque la variación de algunas de las características en cuanto a diseño y rendimiento, hacen de esta una lámpara superior a la halógena convencional. Además y a modo de repaso rápido, estas lámparas nos presentan tres partes diferenciadas básicas:
– Un filamento construido de alambre de tungsteno el cual se asienta en una base adaptada.
– Un envoltorio sellado herméticamente y transparente construido de vidrio en el caso de las incandescentes y de cuarzo en las de tungsteno halógenas. En ambos casos contienen un vacío o un gas inerte el cual protege el filamento de los agentes externos y por supuesto de la oxidación.
– Una base adaptada a las necesidades específicas y que además sirve como soporte mecánico y facilitador del conexionado eléctrico con el resto del sistema. Al conectar una lámpara de este tipo a un circuito, bien sea en serie o en paralelo, una corriente eléctrica recorre a través del filamento de alambre superando la resistencia de la lámpara, lo cual provoca que se caliente el filamento hasta llegar a un estado de incandescencia en el cual observaremos que irradia correctamente luz.
Asimismo, también debemos señalar que esta iluminación de interior que irradia a través de filamento suele trabajar a 220 voltios, que es el voltaje normal en nuestros hogares en España, y llega a calentarse hasta un total de 3200°Kelvin.
Cuando el espacio que queremos iluminar es exterior, utilizamos las llamadas lámparas HMI (Hydrargyrum Medium Arc-length Iodide) las cuales están creadas con vapor de mercurio y halogenuros metálicos. Este tipo de producto nos ofrece además una baja emisión de calor durante su uso y también cuenta con una baja inercia la cual nos crea el efecto estroboscópico, o lo que es lo mismo, el movimiento ilusorio que tenemos en el cine, aunque este defecto lo corrigen ellas misma con una unidad interna que lo estabiliza.
Este tipo de lámparas funciona mediante arco voltaico en vez de filamentos como el caso anterior y llega a producir temperaturas de 5600°Kelvin trabajando a unos 380 voltios los cuales conseguimos mediante un balasto o bala incorporado en la propia pieza que aumenta los 220 voltios de un enchufe normal en el caso español hasta los casi 400 necesarios para su correcto funcionamiento. Este balasto no es más que un transformador al uso como el que podemos encontrar en otros tipos de lámparas como son las de xenón.
Fresnel, uno de los focos más utilizados en el mundo del cine
Este tipo de focos debe su nombre al físico francés: Augustin-Jean Fresnel, el cual fue el primero en diseñar y llevar a cabo un tipo de lente que remplazaría a los hasta el momento tan usados espejos. Con este lente lo que tratamos es de conseguir de la forma más barata posible y con el menor peso un sistema valido tanto como colimador como focalizador de luz.
Cuando aplicamos este tipo de focos que también conocemos como spot en el caso de que la luz sea concentrada y flood en el caso de que esta forme un abanico de 60° tenemos la opción de adaptarlos a nuestras preferencias por la parte trasera de la lámpara mediante un regulador el cual nos permite concentrar o alejar el haz de luz sobre el objeto o sujeto que estemos iluminando cambiando así la intensidad con la que le incidimos. Para hacer esto posible, debemos trabajar con formas convexas que nos den juego para alejar o acercar la lámpara al lente.