El mercado inmobiliario muestra, como se predice desde hace algún tiempo, claros síntomas de ralentización como consecuencia de una economía nacional al borde de una nueva recesión. Sin embargo, aunque esta situación suponga un inconveniente para bancos e inmobiliarias, lo cierto es que los potenciales compradores estarían en posición de sacar el mejor partido a la negociación con estas entidades. Las inmobiliarias, obligadas a cumplir con los objetivos impuestos a comienzos de año, observan cómo avanzan los meses sin conseguir firmar los contratos acordados. Por ello, estas empresas se plantean mejorar las condiciones en las hipotecas y así poder cerrar debidamente el ejercicio en el tiempo estipulado. Los bancos por su parte se ven obligados, como ya sucedió en la pasada recesión económica del 2008, a bajar los intereses de los préstamos hipotecarios y a ofrecer unas condiciones mucho más favorables al optar por una hipoteca a plazo fijo. Estas circunstancias colocan al cliente que desea comprar una vivienda en clara ventaja con respecto a aquellos que adquirieron su casa hace un año, además de contar con un mercado mucho más amplio dentro del que poder escogerla.
Escoge la opción de compra que mejor se adapte a tus necesidades.
El cliente que desea comprar una vivienda suele decantarse por una de segunda mano en primer lugar, y por una de nueva construcción en segundo, dada la diferencia de precio entre una y otra opción. No obstante, existe una tercera posibilidad que muy pocos clientes contemplan, y es la de adquirir una vivienda para reformarla. Esta tercera alternativa comienza a emerger con fuerza en el mercado inmobiliario para empezar así a competir con las otras dos opciones de compra pues, aunque realizar remodelaciones en la vivienda pueda resultar un proceso costoso y en el que ha de invertirse una gran cantidad de tiempo, lo cierto es que se trata, finalmente, de diseñar y construir una casa adaptada al gusto y las necesidades de su dueño, personalizando así el que será su próximo hogar y ofreciendo por ello garantías de convertirse en el definitivo. Esta opción permite además emplear soluciones de construcción respetuosas con el medio ambiente y poco contaminantes desde el principio, una exigencia cada vez más contemplada por los potenciales compradores que piden una vivienda que se ajuste a su modo de vida sostenible y la opción de invertir en energías renovables como requisitos indispensables para adquirir la propiedad.
De esta manera, el cliente debería, antes de tomar una decisión de compra, considerar estas tres posibilidades pidiendo asesoramiento a su inmobiliaria acerca de la opción que mejor se ajuste a sus expectativas y presupuesto. Por ello, también la inmobiliaria ha de ser elegida bajo previo estudio, pues será la entidad en cuyo criterio confiaremos para escoger el que será nuestro próximo hogar. Lo más común para tomar este tipo de decisiones es acercarnos primero a nuestro círculo más íntimo de familiares y amigos para pedirles referencias y que nos expliquen su propia experiencia en este ámbito, lo cual sin duda es un acierto para encontrar una inmobiliaria de confianza. Sin embargo, tal y como aconseja Ana Caballero en su artículo titulado Cómo comprar una casa como un experto en el diario El Mundo, habríamos de consultar además las opiniones de otros clientes a través de la propia página web de la entidad y, en el caso de decantarnos por la opción de una vivienda a reformar, también observar las fotos de sus anteriores trabajos de remodelación.
Para contemplar entonces las tres opciones de compra con detenimiento antes de tomar una decisión, lo ideal sería buscar una corporativa que pudiera asumir cualquiera de las alternativas planteadas por el cliente. En nuestro país la demanda de este tipo de empresas comienza a hacerse eco en regiones como Castilla y León, donde la corporativa ARCA recoge bajo sus siglas los servicios que ofrece, a saber: Agencia inmobiliaria, Reformas, Construcción y Arquitectura. Se trata pues, de un servicio multidisciplinar del que muchas otras empresas comienzan a tomar ejemplo para adaptarse a la demanda de un mercado inmobiliario cada vez más amplio e innovador, tratando de brindar al cliente un servicio integral y personalizado gracias a un equipo capaz de asumir y acompañar al comprador en cualquier opción que escoja, dando respuesta en todo momento a la confianza depositada en este.
Por todo lo expresado anteriormente, reitero en el planteamiento de que sea cual sea la opción que escoja el cliente para adquirir su vivienda, lo cierto es que estamos en un buen momento para estudiar la transacción de la compra y, dado que es una de las decisiones más importantes que podemos tomar en nuestra vida, es importante tener en cuenta las necesidades que deseamos cubrir con la compra de una casa en primer lugar y, más tarde, las características que ha de poseer la inmobiliaria o la corporativa a la que vayamos a depositar nuestra confianza, buscando en ella la capacidad de asumir todas las opciones inmobiliarias o de construcción que deseemos contemplar.