Existen muchas cuestiones por las que un país como España puede caracterizarse. Quienes nos visitan suelen decir que nuestro país tiene un estupendo clima, que nuestra comida es de las mejores del mundo y que nuestras gentes son hospitalarias a más no poder. Eso nos convierte en especiales a ojos de muchos. Pero lo que realmente hace de España un país tan especial es la pasión y la afición que despierta el deporte entre nuestra población.
Fruto de esa pasión han llegado los éxitos en prácticamente todas nuestras disciplinas. Nuestro equipo de fútbol es uno de los mejores del mundo y aspira a levantar el próximo Mundial de Rusia. En baloncesto, tanto el equipo masculino como el femenino son de la primera línea, únicamente superados en ambos casos por Estados Unidos. En balonmano la situación es parecida y, en fútbol sala, la selección masculina es una auténtica referencia desde hace tres décadas. Sumadle a todo eso las grandes generaciones, presentes y futuras, de tenistas españoles o los éxitos cosechados en deportes como el bádminton, la halterofilia o el piragüismo. ¿No es España un país perfecto en este sentido?
El éxito del deporte español es fruto de todos. De todos los poderes públicos que lo han hecho posible y lo han promovido, de todos aquellos deportistas que dedican toda una vida a ello, a todas las aficiones y, por supuesto, a todas las empresas y negocios que destinan parte de sus recursos a patrocinar a deportistas, a clubes, a selecciones… y sin las cuales sería muy difícil dotar del dinero suficiente a toda clase de deportes.
Por otra parte, el deporte implica una oportunidad para miles y miles de negocios, especialmente si ponen su foco en deportes como el fútbol, que mueve al año una barbaridad de dinero. La sección Crónica Global, perteneciente al diario El Español, estimó esa cantidad en 3.260 millones de euros al año según un artículo publicado el 5 de marzo de 2017 en su página web. Con ese pastel de por medio, son muchos los que pueden tener acceso a parte del beneficio.
La ropa de fútbol, un activo fundamental
Cuando se habla de la gran cantidad de dinero que mueve el fútbol, lo primero que tendemos a pensar es el alto coste de los traspasos entre los futbolistas. Y no andamos desencaminados, porque es la principal partida de gastos e ingresos de un club (clubes que, no olvidemos, son empresas). Sin ir más lejos, el pasado verano el Paris Saint Germain fichó a Neymar por una cantidad de 222 millones de euros. A cambio, el Barcelona fichó a Dembélé por 100 millones y a Coutinho por 160.
Pero los traspasos son sólo una partida. Existen muchas más. Y las prendas de ropa constituyen una de ellas. La compraventa de ropa deportiva (especialmente la ligada al mundo del fútbol) constituye una posibilidad de negocio no sólo para los clubes de fútbol, sino para un elenco de tiendas brutal, encargadas de hacer llegar a la población camisetas, pantalones e incluso botas de fútbol para hacer de la práctica del deporte rey algo más cómodo.
Teniendo en cuenta que la Real Federación Española de Fútbol, en 2014, cifraba en 702.480 las licencias de fútbol (incluyendo, por supuesto, las de categoría femenina), es lógico pensar que las tiendas dedicadas a la venta de ropa para la práctica de fútbol es una oportunidad de negocio muy buena.
Jugar al fútbol con comodidad y con una disminución de riesgos de lesión es algo cada vez más demandado entre los jugadores habituales. Las consecuencias de una lesión pueden llegar a ser fatales incluso para el desarrollo de la vida rutinaria y habitual, por lo que ser capaces de prevenir ese riesgo es de una importancia capital. Y conseguirlo depende de una buena compra de botas, medias o espinilleras, algo en lo que solo las marcas especializadas y las tiendas deportivas de renombre pueden competir. Los profesionales de Marian´s Sport, una de las tiendas online más conocidas del sector en Internet, nos han asegurado que hay una bota para cada pisada y, por eso, debes seleccionar muy bien el calzado deportivo que utilizas: «Si un pronador juega al fútbol con una bota supinadora, las posibilidades de acabar con un esguince se multiplican por 20«.
El balompié seguirá siendo el deporte rey durante mucho tiempo. La pasión que despierta entre la afición es su mejor medio para perpetuarse en el olimpo del deporte mundial y para que las generaciones venideras sigan proporcionando futbolistas de toda clase y condición. En una sociedad deportiva cada vez más preocupada por la prevención de las lesiones y sus consecuencias, disponer de ropa y calzado deportivo de la primera calidad será imprescindible. Y eso también perpetuará las posibilidades de negocio de muchas entidades.