El avión ha hecho que las distancias en el mundo sean más cortas. Gracias a él, un cargamento puede llegar desde Madrid a Nueva York en pocas horas, mientras que en barco, el medio de transporte más utilizado, tarda días o semanas. Sigue siendo caro, pero es un servicio a tener en cuenta por las empresas.
Según datos de Aena, publicados en la revista Interempresas, en el 2021 se facturaron 998.470 toneladas de mercancías en los aeropuertos españoles. El aeropuerto de Madrid, Adolfo Suárez – Barajas, concentra la mayor parte del tráfico aéreo de mercancías, con un 52% de las operaciones. Le sigue el aeropuerto de Zaragoza, con casi un 20% de la carga facturada. Este aeropuerto lo está utilizando la empresa de transporte DHL para realizar envíos intercontinentales y aquellos que requieren cierta urgencia.
El perfil del tráfico aéreo de mercancías responde a envíos intercontinentales que, por la premura, requiere ser recibidos en el punto de destino en poco tiempo. Lo pudimos ver durante la pandemia del COVID-19, donde todo el material sanitario nos llegó por avión para poder hacer frente a la emergencia.
Esto sucede en la producción todos los días. Un envío de piezas por avión permite que una fábrica de ordenadores no detenga su línea de montaje porque se está quedando sin componentes y estos tardan en llegar por barco más tiempo del deseado.
De la gestión de envíos de mercancías se encargan unas empresas de transporte llamadas “Operadores de Carga Aérea”. Suelen tener sus oficinas en los centros de carga de los aeropuertos. Como con una empresa de transporte normal, el interesado se pone en contacto con ellos y el operador recoge el envío en su punto de atención al público o en el lugar concertado con el cliente. Muchos de estos operadores, además, trabajan por internet.
Es un servicio bastante demandado por las empresas. Jesús Martínez, responsable de ventas de una empresa de exportación de vinos, nos cuenta que contrató a Star Cargo, un operador de carga aéreo localizado en el aeropuerto de Barajas, para enviar un cargamento desde Madrid a Chicago.
La empresa de Jesús, fue invitada a participar en una feria internacional celebrada en la ciudad norteamericana. Después de valorar el envío por barco, complementado por carretera, la mercancía llegaba con el tiempo justo. El envío por avión aseguró la presencia en el evento internacional. Salió más caro, pero como nos comenta Jesús, había contratos en juego.
Ventajas del transporte aéreo de mercancías.
El transporte aéreo supone uno de los mayores avances de la logística moderna. Una herramienta indispensable en las operaciones de importación – exportación y en el proceso de distribución internacional de mercancías. La escuela de negocios E.A.E. decida un artículo muy interesante en su blog a analizar este medio de transporte. Estas son las principales ventajas que señala:
- Velocidad. No existe ningún otro medio de transporte que se pueda compararse con el avión en cuestión de rapidez. Puede realizar un envío de un extremo a otro del planeta en el mismo tiempo en el que enviamos un paquete de una ciudad a otra del país. Por eso es utilizado en cadenas de montaje de automoción para asegurar que la producción no se detiene.
- Seguridad. El riesgo de accidente en avión es más bajo que en los otros medios de transporte. Las normativas de entrega, recepción, manipulación, carga y descarga de mercancías en los aeropuertos son muy estrictas. Lo que reduce las posibilidades de que el envío se pierda.
- Facilidad de carga. La carga aérea se transporta en la bodega de los aviones, en departamentos habilitados para ese uso. Por las características técnicas de los aviones: fuselaje, compuertas anchas, accesibilidad a las cámaras, permite introducir la carga de una forma rápida, aprovechando al máximo el espacio.
- Facilidades administrativas. Los trámites y el papeleo en el transporte aéreo son más sencillos y ágiles que en el tráfico naval. Una buena parte de ellos están informatizados. De la gestión se encargan los operadores de carga aérea.
Inconvenientes.
A pesar de todo esto, el transporte aéreo de mercancías presenta ciertos inconvenientes. Por lo que el transporte por barco continúa acaparando la mayor parte del tráfico internacional de mercancías. Fundamentalmente, las desventajas que presenta son dos:
- Alto coste. Si enviamos un cargamento de media tonelada (500 kg), en un paquete de 3 metros cúbicos, de Barcelona a Miami, en avión tarda 2 días, pero el coste ronda los 1827 €, mientras que si lo hacemos por barco, tardará en llegar 15 días y nos saldrá por unos 290 €.
- Limitaciones. Las bodegas de los aviones permiten un volumen de carga considerablemente menor que un buque de mercancías. Los envíos están limitados por peso y volumen. No pueden abarcar toda la bodega del avión. Por otro lado, los envíos aéreos están restringidos por las leyes de la oferta y la demanda. Hay momentos en los que las bodegas están copadas y hay que esperar días o semanas para poder realizar un envío. Es lo que sucedió cuando Apple lanzó al mercado su último modelo de iPad, que acaparó gran parte de la capacidad global de carga a nivel internacional. No hubo espacio disponible de carga en algunos trayectos durante semanas.
Cómo funciona la carga aérea.
Estos son los pasos que sigue una mercancía cuando la enviamos por avión:
- Reserva de la carga: El primer paso es reservar el envío a través de un operador de carga aérea. Para ello deberemos proporcionar detalles de la carga tales como el peso, las dimensiones, la mercancía, el origen y el destino.
- Preparación de la carga: Una vez que se ha realizado la reserva, es necesario preparar la carga para su envío. Esto incluye el embalaje, etiquetado y cualquier otra preparación necesaria para garantizar que la carga llegue a su destino de manera segura y en buen estado.
- Facturación: Después se realiza el proceso de facturación. Esto implica la emisión de un documento llamado «Air Waybill» (conocido como «Conocimiento de embarque aéreo»). El documento se utiliza para registrar la carga, los detalles del remitente y destinatario, el valor de la mercancía, etc.
- Entrega de la carga al almacén: Efectuada la facturación, la carga se lleva al almacén de la aerolínea, donde se clasifica y se prepara para su transporte en las bodegas del avión.
- Carga en el avión: Cuando llega el momento, la carga se introduce en el avión que efectúa el vuelo contratado. Se coloca en contenedores especiales llamados U.L.D. (Unidades de carga aérea) localizados en la bodega.
- Transporte: El avión transporta la carga al destino previsto. Durante el vuelo, la carga está sujeta a estrictos controles de seguridad y supervisión para garantizar su seguridad.
- Almacenaje: Una vez que el avión ha llegado a su destino, los bultos se descargan y se trasladan al almacén de la aerolínea en el aeropuerto de destino. Allí permanece hasta que se le comunica al operador que puede disponer de ella.
- Despacho aduanero: La carga que llega a un país diferente deberá pasar por el despacho aduanero antes de ser entregada al destinatario. Esto implica la presentación de la documentación necesaria y el pago de impuestos y aranceles aduaneros.
- Entrega final: Una vez que la carga ha pasado el despacho aduanero, se entregará al destinatario final. Informado el operador de carga aéreo que ya está listo el envío para su recogida, el destinatario podrá personarse en los almacenes del aeropuerto para recoger su paquete, o se enviará a un lugar previamente acordado. En ocasiones, el trayecto aéreo no es más que una etapa del viaje. La mercancía debe cargarse en camiones y continuar su camino por carretera.
Más demanda que oferta.
La popularidad que ha alcanzado el transporte aéreo de mercancías hace que muchas empresas se decanten por esta opción para realizar sus envíos. En estos momentos, hay más mercancías esperando ser transportadas por avión, que espacio de carga aérea disponible. Esa es la causa de que este servicio tenga un alto coste. Los espacios en las bodegas de los aviones se cotizan bastante alto. Aunque existen aviones de mercancías, lo normal es que los envíos de las empresas viajen en las bodegas de los aviones de línea comercial, en departamentos separados de las maletas de los pasajeros.
Las compañías aéreas tienen medios insuficientes para absorber toda la demanda de carga de mercancías. Como sucede con todos los fenómenos económicos, demanda y oferta terminarán equilibrándose con el tiempo. Las aerolíneas habilitarán más espacio para el transporte de mercancías, y al igual que sucedió con el transporte de pasajeros, bajará los precios, apareciendo los envíos low cost.
La tendencia es que el tráfico aéreo de mercancías tenga una presencia cada vez mayor. La rapidez y seguridad de los envíos son dos características importantes en la circulación internacional de mercancías.
En un mundo que se mueve cada vez más rápido. En el que las operaciones comerciales y económicas son cuestión de horas, el transporte de mercancías no se puede ver afectado por retrasos en el tiempo.