La leche, algo que la mayoría de las personas tienen en su hogar, podría estar poniendo en riesgo la salud de nuestro organismo. Por algo la mayor parte de los adultos, antes o después empiezan a notar molestias tras su consumo. Y es entonces cuando se pasan a la leche sin lactosa. Pero, ¿Por qué continuar tomando lácteos si es evidente que no nos sientan bien?
La tradición puede ser la respuesta a esta pregunta, y desde luego si la tradición nunca ha servido como argumento, tampoco va a empezar a hacerlo ahora. Pero el hecho es que el consumo de leche no tiene ningún sentido. En primer lugar, los mamíferos toman la leche de su madre, y no de otras madres, como en el caso de los seres humanos. La leche de cada animal es específica para cada especie. El ser humano lo sabe, y aun así, lo ignora.
El consumo de leche comenzó hace 7500 años, y en su momento, la tolerancia a la lactosa de ciertos miembros de la especie humana, constituía una ventaja evolutiva, ya que, de esta forma, obtendrían al mismo tiempo fuerza de trabajo y alimento.
Pero el hecho es que el ser humano es el único mamífero que continúa consumiendo leche después de la lactancia y además procedente de otra especie. Esto tiene que ser malo de necesidad.
El calcio suele ser lo que arguyen muchos en defensa de su adorada leche, y es cierto que este alimento contiene una elevada cantidad del mineral, pero el problema es que solo una pequeña parte es absorbida por el ser humano. De hecho, EEUU, el máximo consumidor de leche, tiene el mayor número de casos registrados de osteoporosis. De ahí que gran parte de la comunidad científica, condene cada vez con más dureza el consumo de lácteos.
El calcio se puede obtener perfectamente de vegetales: hortalizas, verduras, legumbres secas, semillas, frutos secos… Y a día de hoy, existen multitud de leches, yogures y quesos vegetales procedentes de la soja, las almendras, el arroz, la avena, el alpiste, el coco, la avellana, etc… Tienes que probarlos, ciertas marcas presentan productos verdaderamente logrados.
La intolerancia a la lactosa
A pesar de ser intolerantes, seguimos tomando leche. Es que desde luego el ser humano no aprende nunca. Y eso aun a sabiendas de lo que supone para la vaca y para su ternero, y que constituye un robo, una tortura y un infierno. Si hasta a los pobres terneritos, los auténticos destinatarios de esta leche, les colocan unos sistemas que les impiden beber lo que legítimamente les pertenece: la leche de su madre.
Por otro lado, ¿sabes que todo el terreno destinado a alimento para una vaca criada para consumo humano podría dedicarse al cultivo de alimento para millones de personas y de esta forma acabar con el hambre en el mundo?
No es de extrañar, por lo tanto, el progresivo aumento de personas intolerantes a la lactosa, que se produce, por una falta de capacidad del aparato digestivo para digerir la lactosa o azúcar contenido en la leche, provocada por la carencia de lactasa que impide su absorción.
Hay determinados síntomas que delatan una intolerancia:
- Estreñimiento, diarrea, colon irritable…
- Eczemas, dermatitis atópica, acné
- Migraña, mareo, vértigo
- Depresión, ansiedad, fatiga
- Fibromialgia, artritis, inflamación articular
Muchas personas son intolerantes sin saberlo, porque aunque no les sienta bien la leche, no les ocurre lo mismo con el queso o el yogur, si lo toman en pequeñas cantidades. Por eso, ante la más mínima duda, lo más recomendable es realizar una prueba de intolerancia. Puedes hacerlo en la Farmacia Ramón Ventura. Aquí realizan el test de intolerancia alimentaria, mediante una prueba analítica que les permite detectar posibles intolerancias a alimentos comunes en nuestra dieta. En el proceso de la intolerancia alimentaria, las células sanguíneas reaccionan frente a determinadas proteínas de alimentos intolerantes liberando sustancias patógenas (alérgenos), que son causa de diversas disfunciones corporales que van desde cefaleas persistentes a trastornos gastrointestinales, problemas dermatológicos, molestias respiratorias e, incluso, obesidad. A través del test de intolerancia alimentaria que realizan en esta farmacia, podrán detectar cuáles son los alimentos causantes de este problema y determinar el tratamiento y dieta adecuada para minimizar el malestar