Cómo se construye una sauna finlandesa.

Las saunas finlandesas se fabrican a medida. No existen dos iguales. Se construye una caseta de madera en el exterior o se recubre una habitación con madera de abeto o de ayous, un árbol tropical. Se instala una fuente de calor, normalmente una estufa, que coloca la estancia a una temperatura de entre 70 y 110 °C. El vapor se genera con cubos de agua, donde se suelen sumergir unas piedras que se han calentado previamente sobre la estufa. Una sauna finlandesa se puede instalar casi en cualquier sitio.

La sauna es una instalación de higiene y relax que reporta varios beneficios para la salud. Entre ellos, reduce el estrés, elimina toxinas y activa la circulación de la sangre. Una acción beneficiosa en Finlandia, su lugar de origen. Un país nórdico, próximo al círculo polar ártico, donde es importante mantener la circulación sanguínea, ya que el frío tiende a ralentizar el flujo de la sangre.

Las saunas son lugares colectivos. Suelen utilizarlos la familia al completo. Su origen se remonta a la antigüedad, antes de que existiera el pueblo vikingo como tal. Eran instalaciones públicas de aseo como los baños romanos y los baños árabes. Los finlandeses, tras pasar 10 o 15 minutos en la sauna, acostumbran a darse un baño frío o zambullirse en un lago helado y después se duchan con jabón. Todo un ritual de cuidado personal.

La sauna finlandesa se ha popularizado mundialmente. Encontramos este tipo de saunas en gimnasios, hoteles, centros de belleza, lugares de trabajo y domicilios particulares. Los gerentes de un hotel spa de Cambrils (Tarragona) señalan que encargaron la construcción de una sauna en una sala al lado de la piscina a Saunas Luxe, una empresa de Ávila que lleva fabricando e instalando saunas desde hace 40 años y también son expertos en la fabricación de estas cabinas sanitarias fenólicas. Según nos cuentan en el hotel, se trata de uno de los servicios más apreciados por los huéspedes.

Tipos de saunas.

Bajo la denominación de sauna finlandesa se engloban varias modalidades de sauna, cada una con un funcionamiento diferente. La revista finlandesa Big in Finland dice que básicamente son tres:

  1. Sauna de leña.

Dentro de la sauna, hay una estufa de leña metálica que se calienta previamente para colocar la sala por encima de los 80º C. Se suele encender con troncos cortados de abedul seco. Se escoge esta madera por su poder calorífico, su quemadura duradera y por el olor que suelta al quemarse. En la parte superior de la estufa se calientan las piedras, löyly, que servirán para evaporar el agua.

La estufa cuenta con una pequeña chimenea que sale al exterior, para que el humo no moleste. El vapor que se vierte a los bañistas es húmedo y la sensación que se obtiene es muy agradable.

  1. Sauna eléctrica.

Es la más utiliza hoy en día Finlandia. Es más fácil de instalar. En lugar de poner una estufa de leña se coloca un radiador eléctrico, que calentará la habitación y las piedras. La estufa eléctrica puede ponerse en el centro de la sauna, lo cual distribuye el calor de una manera más homogénea. La temperatura se suele regular a través de un termostato de pared, colocado fuera.

Estas saunas se instalan en domicilios particulares, o de uso comunitario, en un edificio de viviendas, en gimnasios, centros de trabajo o estudio, etc. El vapor que genera es más seco. La mayoría de finlandeses prefieren las saunas de leña a las eléctricas.

  1. Sauna de humo.

La “savasauna” o sauna de humo es el modelo de sauna más antiguo que existe, ya casi ni se fabrican. Dispone de una estufa de leña grande sin chimenea que se enciende hasta alcanzar la temperatura deseada. En ese momento, se abre la puerta para expulsar el humo, se limpian los bancos, que pueden haber quedado manchados de hollín, y se conservan las brasas para mantener el calor. Algunas de estas saunas no están construidas en madera, sino que las paredes son de piedra y argamasa. Además de en Finlandia, se pueden encontrar estas saunas en las repúblicas bálticas: Estonia, Letonia y Lituania.

Son bastante duraderas, pero requieren mucho trabajo de mantenimiento y destreza para manejarlas; es decir, para asegurar la temperatura deseada. Se dice que producen el mejor vapor, ya que es más suave que en otros modelos.

Aparte de estas tres categorías, existen otras variantes como la sauna de infrarrojos. Una sauna eléctrica que se calienta con 4 paneles de energía infrarroja, cada uno en una pared. Se regula con un termostato digital situado fuera de la sauna.

En Finlandia, las organizaciones juveniles de scouts suelen utilizar saunas móviles. Carpas con saunas portátiles que se transportan en un remolque para coche o bicicleta y que se levantan en cualquier sitio. En la ciudad finlandesa de Teuva se organiza cada año un festival anual con este tipo de saunas.

¿Se puede instalar una sauna en casa?

Radicalmente, sí. Solo necesitas tener un espacio de 4 metros cuadrados, como mínimo, que puedas cerrar herméticamente para instalarla. Puede ser un pasillo, una habitación, un desván, un sótano o cerrar un trozo del baño. El blog pisos.com te ofrece una serie de consejos antes de instalarla en casa:

  • Elige la tipología. Lo más adecuado es instalar una sauna eléctrica, ya que es más fácil de colocar. También puedes optar por una de infrarrojos o colocar un baño turco, que funciona con vapor de agua. Para los más atrevidos, en chalets o casa de campo, pueden intentar poner una sauna de leña.
  • Elegir bien el material. Recuerda que las paredes, el techo y, a ser posible también el suelo, debe estar recubierto con láminas de madera. Son las que conservan el calor. La madera debe soportar bien la temperatura y la dilatación, no nos vale cualquiera. Los instaladores optan por maderas de abeto sueco y otras similares.
  • Cuida el cerramiento. Debe estar todo bien cerrado, incluida la puerta de entrada. Es lo que mantiene la temperatura interior. Por tanto, hay que asegurarnos de que tanto la puerta como la ventana, si la hay, cierren herméticamente.
  • Controla la temperatura y el tiempo. Es importante instalar un termostato y un reloj, aunque sea de arena. Como hemos dicho antes, la sauna debe mantener una temperatura constante entre 70 y 110º centígrados. Respecto al tiempo, los finlandeses no suelen estar dentro de una sauna más de 15 minutos. Si somos novatos, empieza por 5 minutos y ves aumentando el tiempo paulatinamente, a medida que tu cuerpo se vaya acostumbrando. Estar más tiempo del adecuado puede producirte subidas de tensión y problemas cardiovasculares.
  • Elige la ubicación. Es aconsejable, después de la sauna, darse una ducha fría, para atemperar el cuerpo. Debemos prever que la ducha no esté lejos de la sauna. Podemos instalarla cerca del baño o poner un plato de ducha nada más salir.

Cómo se construye.

Cabe recordar que las saunas se construyen a medida, es una tarea complicada. Digamos, que se trata de un trabajo de carpintería, por lo que si no tienes la maquinaria adecuada, no te arriesgues a hacerla tú, recurre a un profesional.

Lo primero que se hace es tomar las medidas. Hay que medir con exactitud cada pared, el techo y el suelo. Esto nos dará el tamaño de las planchas de madera.

Una vez cortadas, las planchas se sujetan a la pared con apliques o tonillos largos encajados en tacos. La ubicación de los apliques debe estar calculada de forma estratégica, para que soporte bien el peso de la madera.

Colocaremos la fuente de calor. Por lo general, una estufa eléctrica. Quedan muy bien aquellas que se colocan en el centro. En tal caso, el cableado hasta conectarlo a la red debe pasar por debajo de la madera. Una instalación más sencilla es ubicar la estufa al lado de una pared, pero tendremos más calor al lado de la estufa que en la parte opuesta de la sauna.

A continuación se instalan los accesorios. La sauna se toma sentado en un banco de madera. Los finlandeses suelen colocar los bancos en la parte superior de la sauna, de esta manera reciben antes el vapor, que es lo que abre los poros de la piel. Para eso, o se coloca una estructura sostenida sobre listones de madera verticales, a la que se accede por una escalerilla, como si fuera una litera, o se crea una grada de bancos a dos o tres alturas.

Por último se instala el cerramiento. Para eliminar la sensación claustrofóbica de estar dentro de una habitación de madera cerrada, algunas personas dejan una ventana PVC y cristal, por la que entra algo de luz, y que al mismo tiempo nos ayuda a ventilar la sauna, cuando no la utilicemos.

La puerta la podemos instalar de madera o de cristal. Para que no quede todo tan cerrado. Debemos asegurarnos que, en ningún caso, la puerta deja escapar el calor.

Instalar una sauna finlandesa en casa, o en algún lugar público, es un lujo al alcance de la mayoría. Nos reportará beneficios para nuestra salud y momentos placenteros.

 

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