Hay muchos sectores e industrias de los que es probable que no sepamos demasiadas cosas o de los que, incluso, lo desconocemos todo. Como es lógico, no pasa nada, no lo podemos saber absolutamente todo en esta vida. Pero creo que merece la pena que indaguemos en el funcionamiento de alguno de ellos, especialmente si dispone de una gran importancia para el conjunto de la sociedad. Considero que el de la galvanización es uno de esos sectores, así que vamos a descubrir algunas de las líneas básicas que lo configuran.
Lo primero que debemos hacer es comprender qué es el proceso de galvanización. Para ello, no hay una manera mejor que aproximarnos al concepto de la mano de la RAE, que asegura, en su primera acepción, que galvanizar es “aplicar una capa de metal sobre otro mediante una corriente eléctrica” y, en su segunda acepción, que es “dar un baño de zinc fundido a una superficie metálica para que no se oxide”.
Todos y todas seremos conscientes de lo que puede pasar si se oxida un metal. Este material puede perder parte de sus propiedades y se puede dañar, lo que le lleva a no cumplir con todas las ventajas que lleva asociadas. Por tanto, es una obligación cuidar de todo lo que haga falta para que los metales no corran esa suerte. Ese es el objetivo de la galvanización y por eso esta actividad cuenta con un amplio respaldo en los momentos en los que nos encontramos. La verdad es que no es para menos.
Teniendo en cuenta la enorme cantidad de usos que tiene un material como el metal, es evidente que existirá una gran cantidad de actividades por las cuales nos interese cuidar de él y galvanizarlo para sacar el máximo rendimiento de él y garantizar su máxima durabilidad. Echando un vistazo a la página web de ATEG, la Asociación Técnica Española de Galvanización, podemos comprobar la misma cantidad de actividades que se benefician de un proceso como el del galvanizado del metal: la industria deportiva, las infraestructuras, los edificios educativos, los transportes… ¡e incluso las obras de arte!
Está claro que estamos hablando de un proceso que es realmente importante pero que sigue siendo un gran desconocido para la inmensa mayoría de la población española y mundial. Realmente, podríamos decir que solo las personas que se dedican directamente a él o a algún trabajo industrial que tenga que ver con el mental conocen cómo funciona este proceso y los beneficios que se derivan de él. Lo que está claro es que, a pesar de ello, todo el mundo plenamente consciente de que algo iría mal en sus infraestructuras o residencias si el metal del que están compuestas no estuviera galvanizado. Su oxidación sería inevitable y su durabilidad se vería reducida de un modo bastante importante.
Esta industria, como otras muchas, se ha venido profesionalizando cada día más y ha venido haciendo uso de las nuevas tecnologías para conseguir perfeccionar todos y cada uno de sus trabajos, consiguiendo de este modo que la protección del metal sea todavía mejor que la que se vea previamente. Es por ello por lo que la imagen de las empresas que componen esta industria tiene creciendo de un modo más que notable en los últimos tiempos. Esa debe ser la vía para que la industria de la galvanización se popularice y todo el mundo la conozcamos un poquito más.
Un sector que también evoluciona hacia el cuidado de nuestro entorno
Una de las grandes exigencias que la sociedad está emitiendo para todas y cada una de las empresas que forman parte de ella es que ejerzan una determinada contribución para la mejora del estado de salud de nuestro planeta. El ser humano se ha dedicado durante décadas a limitar los recursos con los que cuenta la Tierra, lo cual ha provocado que tengamos problemas como el cambio climático, que nos están afectando cada vez de una manera más grave.
La industria de la galvanización se está adaptando perfectamente a esas nuevas exigencias y creo que es justo decir que está aportando su granito de arena para cuidar de nuestro entorno. Buena prueba de ello es la noticia que os voy a dejar enlazada en este párrafo y que proviene de la página web de la CEOE. En ella, se manifiesta que el acero galvanizado y la construcción sostenible son soluciones para una economía circular, lo cual es muy interesante desde el punto de vista del respeto por nuestro entorno.
Es evidente que no solo nos tenemos que agarrar a esto para conseguir que el planeta salga de la UVI. Hay muchas políticas que están siendo implementadas y que tienen que ver con distintos sectores industriales y empresas de todo tipo. Pero no los mentiré al decir que, al menos en mi caso, el hecho de saber que una industria como la de la galvanización, que no es la más conocida de nuestro país ni mucho menos, ejerce una contribución que va a más y que seguro que va a ser un espejo en el que se miren otras empresas de ese sector industrial español.
Por cierto, y sin perjuicio de todo lo anterior, os diremos que el galvanizado también contribuye de una manera bastante grande a que exista una belleza en el diseño de edificios e infraestructuras. Cuando el metal se encuentra en condiciones óptimas y tiene ese recubrimiento del que hemos hablado, hay muchas posibilidades de que sea considerado como un remate espectacular a cualquier obra. Por tanto, no nos podemos olvidar de esta actividad cuando intentemos darle un aire más bello y moderno a nuestras ciudades, algo que se está persiguiendo desde todos los lados y que, sin duda, tiene un impacto positivo en áreas como el turismo. En una sociedad en la que buscar la belleza se ha convertido en algo tan importante (principalmente a causa del desarrollo de elementos como lo son las redes sociales), esto tiene una relevancia que no puede ser desoída.
¿Cómo es el proceso?
Este proceso es bastante simple de contar. Consiste en la inmersión de las piezas de acero en zinc fundido a una temperatura que puede ser de unos 450 grados centígrados. Lo que se consigue con ello es que se cree una capa que tiene una gran adherencia alrededor del metal, lo que proporciona esas ventajas de las que hemos venido hablando hasta ahora y que permiten que el metal o el acero sea un material realmente interesante para todas esas obras y edificios que hemos reseñado antes.
Lo cierto es que este proceso es de lo más interesante, sobre todo para todas aquellas personas que estén interesadas en aleaciones de diferentes compuestos. Siempre resulta de interés que haya gente interesada en procesos que tienen una gran incidencia en la durabilidad y calidad de los materiales de todas las obras del ser humano. Cuantas más personas se muestren interesadas en este asunto, más protegida se encontrará esta actividad de cara a un futuro en el que el sector industrial seguirá teniendo una relevancia enorme en la economía española, la europea y, por supuesto, la mundial.
Se están promoviendo cursos para proteger esta actividad
Una de las grandes bazas que tiene la actividad propia del galvanizado es que se está encargando de garantizar su futuro a través de cursos por los cuales hay gente que se acerca a esta actividad y aprende a manejarse dentro del proceso de la misma. La gente que conoce este asunto de primera mano asegura que hay personas jóvenes que muestran ese interés al que nos referimos y que esa es siempre una gran noticia para conseguir que las actividades se perpetúen en el tiempo y para que, además, se vayan perfeccionando con el paso de los años.
De esto tendrían que preocuparse todas las industrias y, en general, todas las actividades. El relevo generacional es un aspecto que siempre hay que tener en cuenta para evitar que haya actividades que pierdan popularidad de cara al medio o largo plazo. En ese sentido, me parece que es de justicia reconocer el esfuerzo que se hace desde el sector del galvanizado del metal para que siga habiendo gente a la que le llame la atención alguna de las cosas que tenga que ver con él. Estoy seguro de que el haber ofrecido la oportunidad de asistir a cursos relacionados con esto va a hacer posible que la actividad continúe popularizándose de cara al futuro, algo que a nuestra economía le vendría de perlas puesto que, como ya hemos visto, se trata de algo realmente útil.
¿Qué os ha parecido este artículo? ¿Conocíais algo en relación a la galvanización? ¿Os ha resultado una actividad interesante y que tiene futuro, como ha sido mi caso? Está claro que el hecho de que nos atraiga más o menos dependerá de muchas cosas, pero lo cierto es que, como sociedad, debemos darle voz a sectores y trabajos como estos. Lo merecen.