Días atrás fui a comer a casa de una amiga que me enseñó su curiosa forma de reducir la cantidad de basura que genera. Cuando me enseñó lo poco que tenía que echar a la basura no me lo podía creer.
La verdad es que ya llevaba tiempo pensando en la enorme cantidad de residuos que provoco, sobre todo de plásticos. Y, si bien siempre he tenido clara la importancia de reciclar la opción de mi amiga me parece si cabe más interesante todavía.
Me comentó que esta “moda” de Cero Waste la podemos aplicar a todas las áreas de nuestra vida, desde la alimentación, a la construcción, cuidado personal y, claro está, a nuestra ropa.
De hecho, precisamente es en este campo, el textil, uno en los que más se contamina. De hecho, en Reino Unido, 2 millones de toneladas de ropa y tejidos son enviados al vertedero normalmente. De la ropa donada en la caridad, solamente se logra vender entre un 10% y un 30%. El resto de ropa es enviada a países en donde se ha desarrollado un mercado de segunda mano que no ha destruido la industria local textil.
Cómo empecé a interesarme por el Estilo de Vida Waste Cero
Esta nueva tendencia de la vida sin residuos se ha empezado a extender con rapidez, en gran parte, gracias a las redes sociales.
La francesa Bea Johnson recibió en 2011 el premio de The Green Awards y luego publicó el libro Zero Waste Home, que se transformó en un Best Seller.
Precisamente, fue de este libro del que me habló mi amiga, además de enseñarme su perfil en Instagram en el que muestra su impecable vida.
Bea no es la única, son muchos más quienes participan en este movimiento, como mi amiga, que muestran su impecable vida, orgullosos de mostrar cómo toda la basura que produjeron en un año entra sin problema en un frasco de vidrio de no más de 20 cm.
Frascos donde apenas hay más que alguna que otra etiqueta de ropa, algún plástico o papel resistente a todo tipo de reciclaje o compostaje.
Se trata de un minimalismo con propósito. Está claro que este estilo de vida conlleva algunos cambios y esfuerzos. Muchas de estas personas con un estilo de vida cero waste, fabrican su propia pasta de dientes a base de productos naturales como aceite de coco con bicarbonato, compra verduras y frutas a granel en la feria más cercana y reciclan todos sus desechos orgánicos.
También suelen andar en lugar de utilizar transporte o bien la bici, al final encuentran lo esencial para lograr una existencia más simple, sana y responsable con el medio ambiente.
También, realizan tomas de decisiones más responsables y conscientes a la hora de comprar cada cosa. Todo ello, está muy ligado a la idea de comunidad y a la importancia de cuidar nuestro medio ambiente.
Al final, la alternativa que tenemos como consumidores es la de realizar compras de un modo más inteligente. Reeducarnos y desaprender ciertos hábitos tan habituales en la sociedad de consumo actual.
Según mi amiga me iba explicando su elección iba asintiendo con la cabeza. Hasta los productos de limpieza que tenía eran ecológicos, si bien estos los compraba en Stocknetvalles, una tienda online que dispone de todo tipo de productos de limpieza online, entre ellos un catálogo de interesantes productos ecológicos e incluso de productos químicos de limpieza.
Al salir de su casa, sabía que algo había cambiado en mí. Si bien, no iba a empezar a cambiar mi estilo de vida de forma radical sí que quería incorporar pequeños cambios.
Cambios, como el de siempre llevar bolsa o carrito de la compra para evitar comprar más bolsas de plástico, comprar más productos a granel y en tiendas locales en las que no necesitara comprar los productos en su embalaje, así como donar mucha ropa que ya no utilizaba y comprar solo ropa de buena calidad que me durase mucho tiempo y que realmente me gustase.