A medida que nos vamos haciendo mayores y aunque con la mejora de la calidad de vida que hemos ido teniendo progresivamente con el avance de la medicina y los servicios sanitarios en nuestro país, poco a poco vamos perdiendo facultades que nos van creando vulnerabilidades. Como se dice habitualmente, los años no pasan en balde y no existe mayor verdad que esta puesto que tras muchos años soportando nuestro cuerpo, los huesos se van debilitando, la fuerza que poseemos disminuye e incluso nuestras capacidades auditivas o visuales por lo que en la medida de lo posible debemos tratar de tomar decisiones que nos ralenticen estos procesos para obtener una mejor calidad de vida durante unos años más.
En muchas ocasiones, por trabajo o por distancia de nuestro domicilio al de nuestros mayores, no podemos pasar con ellos ni prestarles la atención en la medida que se merecen por lo que contar con la ayuda de compañías que ofertan servicios sociosanitarios como Bi2t es un gran apoyo ya que, con ellos, tendrán siempre la atención que se merecen con los mejores y más formados profesionales.
A lo largo de todo el territorio nacional existen diversas empresas que ofertan servicios socisanitarios para la gente de avanzada edad que lo precisa e incluso en múltiples casos, esta atención, al menos en parte, está subvencionada por las autonomías para así mejorar la accesibilidad a todos nuestros mayores.
Estos servicios son variados y se adaptan a las necesidades de cada persona, es por esto por lo que habitualmente podemos encontrar servicios de:
- Aseo personal: en función de las características específicas de cada cliente y teniendo muy presentes sus necesidades y limitaciones, se realizan habitualmente servicios de aseo personal para que los mayores presente un estado higiénico propio de cuando contaban con su forma física plena.
- Servicios domésticos: con los años es habitual que vayamos perdiendo las ganas de trabajar, la fuerza e incluso que nos olvidemos de realizar ciertas tareas por lo que contar con una persona que nos ayude o nos haga las tareas domésticas es una gran opción puesto que si se da el caso, por ejemplo, de que la persona tiene un principio de Alzheimer, trataremos de evitar que use la cocina y se pueda dejar el gas abierto o si su movilidad empieza a ser reducida, tareas como fregar el suelo es mejor evitarlas puesto que podrían resbalar y caer, pudiendo generar lesiones graves.
- Movilización: existen multitud de personas con dificultades para caminar o que se desplazan con andadores o sillas de ruedas por lo que llevar a su lado una persona que les apoye a la hora de salir de casa a pasear o comprar el pan, es una excelente idea, ya que ellos, en parte mantienen su autonomía, pero con la seguridad de que, si pasa algo, tienen una mano que les ayude a su lado.
- Compañía y cuidados: muchas de las empresas que ofrecen servicios sociosanitarios dan la posibilidad de que algunos de sus empleados, mediante trabajo a turnos, estén acompañando las veinticuatro horas del día a nuestros mayores para así proporcionales los mejores cuidados y compañía, adaptando la rutina diaria a sus costumbres y a su estado físico y mental.
- Servicio médico: estas compañías cuentan además con servicios de medicina que nos facilitarán una mejor atención puesto que cuentan habitualmente con una asesoría médica especializada, servicios de enfermería a domicilio y seguimiento y control de patologías crónicas entre otras opciones.
- Otros servicios habituales: además de los mencionados anteriormente, también es usual que nos oferten servicios relativos al control y administración de la medicación, orientación sobre estilos saludables de vida que incluyan ejercicios adaptados, así como menús personalizados e incluso podemos optar por que un empleado de estas compañías controle las constantes vitales de nuestros mayores.
La ley de dependencia, un nuevo paso hacia el bienestar de nuestros mayores
En el año 2006 y con José Luis Rodríguez Zapatero ejerciendo como presidente del gobierno, se aprobó la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia a la que más comúnmente conocemos como ley de dependencia en la que se desarrolla el papel que los diferentes organismos deben seguir para atender a las personas dependientes. A través de esta ley se clasifica a las personas en diferentes tipos según su grado de dependencia para así proceder a unos beneficios sociales u otros, desde prestaciones económicas para la atención en el hogar a accesibilidad para servicios de cuidados profesionales.