Los niños crecen y aprenden mucho más rápido de lo que nosotros creemos

Para los que tenemos niños pequeños en casa, muchas veces creemos que serán jóvenes toda la vida, sin embargo, la realidad es que esto no es así y mucho más rápido de lo que creemos o incluso quisiéramos crecen y se van haciendo mayores. Es por ello por lo que os hemos querido preparar esta pequeña guía de vida, un documento para nuestra vida en casa en el que os mostramos cuales son algunas de las etapas o hitos más importantes que van consiguiendo los pequeños y no tan pequeños.

  • Cuando es bebé. Antes de cumplir el primer año, los niños pasan por diferentes etapas. A medida que las van superando, irán adquiriendo conocimientos y destrezas nuevas. Así, mientras a los dos meses solo son capaces de sonreír a las personas, hacer sonidos, tratar de mirar a sus padres o interesarse por las caras, lo cierto es que a los seis ya son capaces de reconocer las caras familiares, mirarse al espejo, copiar sonidos, reaccionar ante su nombre, jugar a esconder su cara detrás de las manos o comenzar a sentarse sin apoyo. Por su parte, a los nueve, además de todo esto, podrá tener juguetes preferidos, entender un no, gatear o señalar objetos con los dedos.
  • Con un año. Cuando el niño llega a su primer año, el avance es más que evidente. A esta edad ya será capaz de hacer más cosas por sí mismo. Entre ellas, llorará cuando se alejen sus padres, demostrará el miedo ante algunas situaciones, levantará los brazos y las piernas para ayudar a los padres a vestirle, moverá la mano para decir adiós, dirá mamá y papá o comenzará a explorar objetos.
  • A los dos años. A la edad de dos años, además de todo lo anteriormente descrito, el niño será capaz de mostrarse más independiente, comenzará a hacer cosas que se le ha dicho que no puede hacer, incluirá a otros niños en su juego y será capaz de seguir instrucciones sencillas, además de repetir palabras que ha escuchado en alguna conversación. También será capaz de jugar con su imaginación de forma sencilla.
  • A la edad de tres años. A la edad de tres años el niño ya mejora enormemente su concentración y ya es capaz de armar puzles y juegos de construcción. Es una etapa ideal para incluir en su vocabulario otro idioma, ya que absorben mucho y muy bien las palabras.
  • Con cuatro, cinco y seis años. Con cuatro años los signos de cambio son evidentes en el pequeño. A esta edad la autonomía es la protagonista y aprenderán a hacer cosas por sí solos como vestirse o lavarse los dientes. Además, se esforzarán en hablar bien y se interesarán un poco más por la escritura y la lectura. Del mismo modo, cuando cumplen cinco años, comienzan a preguntarse el porqué de sus cambios de emociones. Por tanto, será la edad ideal para enseñarle cómo debe controlarlas. Es capaz de hablar casi a la perfección y, además, su curiosidad crece como la espuma. Es la famosa época del por qué ya que se cuestionan todo lo que está a su alrededor. Además, a los seis años será la edad perfecta para enseñarles autoestima porque empiezan a darse cuenta de todas sus habilidades. También es una época de crecimiento en la que el niño intentará jugar y disfrutar al máximo posible, por lo que la ropa, en muchas ocasiones, sufrirá con las caídas, golpes, arañazos… Por ello, para aquellos padres que no queráis sufrir mucho al tener que comprar tanta ropa, nosotros os recomendamos que ole echéis un vistazo a este mayorista de ropa  de mujer al por mayor y ropa infantil donde encontraréis un amplio catálogo de ropa para los más jóvenes al mejor precio del mercado.
  • De los siete a los diez años. Con siete años cumplidos, aumenta su tiempo de concentración y son capaces de ayudar en muchas más tareas de casa, mientras que a los ocho años y nueve años la amistad cobra una importancia absoluta. Además, se sienten mucho más autónomos y con más autoestima. Aunque aún necesitan de nuestro apoyo para controlar sus emociones, ya son capaces de identificar las suyas y las de los demás. Por su parte, cuando llegan a los diez están en plena época preadolescente. Ya son capaces de resolver conflictos, preocuparse por los demás y reflexionar sobre sus sentimientos y emociones.

¿Qué ocurre durante la adolescencia de un hijo?

Durante el periodo de la adolescencia de los más jóvenes de casa, algunos padres, aquellos con hijos rebeldes, pueden pasarlo realmente mal por cómo su hijo se comporta. Son jóvenes cuestionadores, enfadados, que muchas veces no respetan las normas y que pueden llegar a ver a los padres como los enemigos. Así, muchos padres en esta situación no saben cómo reaccionar y qué deben hacer frente a las situaciones diarias que viven. Pese a no ser culpables, pueden encontrarse en contextos complejos y dolorosos, por lo que no es fácil gestionar esta situación.

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