Envases de plástico, de vidrio, de cartón, residuos orgánicos… Cada español/a produce diariamente cantidades sorprendentes de basura (alrededor de 1,5 kg por cabeza), la cual incluye, además de los restos de comida, otros materiales, muchos susceptibles de ser reciclados, y en este caso, y por el bien del planeta y de los seres vivos que lo habitan, es necesario hacerlo.
El punto de partida en todo el proceso de reciclaje se encuentra en cada ciudadano o ciudadana, desde el momento en que separan cada envase en el contenedor correspondiente, esto es: contenedores amarillos para el plástico, las latas y los briks, el azul para el papel y el cartón y el verde para el vidrio.
A continuación, el ayuntamiento recoge estos residuos y los transporta a una planta especial de reciclaje, donde estos materiales son transformados de nuevo, dándoles una segunda oportunidad. Con este proceso de fabricación a partir de materiales antiguos se consume mucha menos energía que la sería necesaria para la creación de productos nuevos.
Al reciclar una tonelada de papel se consiguen salvar al menos 17 árboles, por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorra una energía equivalente a 136 litros de petróleo, recuperar 2 toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo, sin contar con todas las vidas de aves y animales acuáticos que se salvarían se morir enredadas entre las anillas de plásticos o por la ingesta del plástico.
Una vez que los materiales son transportados a las plantas de selección, pasan a ser clasificados y enviados a los recicladores. Para ello son necesarios unos contenedores especiales. Y en este contexto destacan empresas como Sumal, que ofrece diversas soluciones para el sector del reciclaje, tanto para la recogida de residuos, como para su posterior selección y transporte. Estas soluciones aportan el nivel de seguridad, ergonomía y rentabilidad que el sector requiere. SUMAL es una compañía dedicada a la fabricación de Roll containers y contenedores metálicos industriales fundada en 1989, con sede y centro de producción en Rubí (Barcelona). Aquí prestan especial atención a la calidad de todos sus productos, por este motivo disponen de diversas certificaciones que verifican su empeño por ofrecer productos altamente competitivos, como la Norma ISO 9001.
Y una vez reciclados…
Las empresas de reciclaje transforman los envases en nueva materia prima útil, con la que se fabrican nuevos materiales, y vuelta a empezar todo el proceso de nuevo.
De esta forma se consigue: reducir el número de vertederos, minimizar las emisiones de CO2, ahorrar agua, ahorrar energía y la creación de empleo verde.
Y es que con 8 cajas de cereales se puede hacer un libro, con 60 cajas de briks una caja de zapatos, con 49 botellas de plástico un forro polar y con 80 latas de refresco o cerveza, una llanta de bicicleta, parece increíble, ¿verdad?
Reciclando los envases estamos contribuyendo al cuidado del medio ambiente. No lo olvides, un simple gesto puede transformar el mundo, y hacerlo más sostenible y mejor para tod@s.